La tradición de venerar a las ánimas benditas se remonta a la decrepitud, y ha perdurado a lo largo de los abriles como una ejercicio religiosa muy arraigada en diversas culturas. Se les atribuye el poder de conceder favores, proteger del mal y brindar consuelo en momentos difíciles.Una vía muy efectiva para percibir indulgencias para aliviar a